En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora decidimos levantar nuestra voz de protesta, por ser el mes histórico de lucha de las mujeres. Este 8 de marzo nos movilizamos por las desigualdades laborales y la reivindicación de nuestros derechos.
Las mujeres venezolanas nos enfrentamos a la crisis económica y a la emergencia humanitaria compleja de manera diferenciada y que han empeorado por la pandemia del COVID-19.
Bolívar ha sido un estado donde históricamente se ha luchado por los derechos laborales, pero hoy nuestras trabajadoras están padeciendo por la eliminación de las tablas salariales, salarios precarizados, falta de beneficios contractuales.
El Estado venezolano no garantiza condiciones seguras para las mujeres venezolanas y guayanesas, pues muchas de ellas han tenido que migrar a las minas del sur del estado Bolívar para poder trabajar, por lo que son expuestas a condiciones inseguras: a abusos, sexo por supervivencia, a ser víctima de trata de personas, a maltrato laboral, explotación sexual y laboral.
La Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) registró 19 femicidios durante el 2020 y en la mayoría de los casos ha habido impunidad y los feminicidas siguen gozando de su libertad. Lo mismo sucede con los casos de abuso sexual a niñas y adolescentes que aumentaron durante la cuarentena establecida por el gobierno nacional.
En el estado Bolívar no contamos con maternidades equipadas en donde las mujeres puedan tener un parto digno. Durante 2020, al menos tres mujeres tuvieron que parir en las afueras de la Maternidad Negra Hipólita de San Félix y paradas de autobuses por no haber un lugar en donde puedan ser atendidas.
Las mujeres privadas de libertad sufren de violaciones de derechos humanos, abuso sexual por parte de los funcionarios policiales, no tienen la debida atención médica y sufren de hacinamiento porque en el estado Bolívar no contamos con una cárcel para mujeres.
La Organización Kapé Kapé expuso la situación de nuestras mujeres indígenas que no tienen atención médica de calidad, sufren de intimidación y amenaza de grupos armados que buscan adueñarse de sus territorios. Ellas también deben migrar lo que las expone a la trata de personas y violencia laboral.
Exigimos al Estado venezolano que se creen políticas adecuadas para garantizar los derechos humanos a las mujeres, evitar femicidios y violencias en contra de la mujer. Así mismo reivindicar la lucha de las mujeres trabajadoras de Guayana con salarios y beneficios justos.
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